intervención de archivo
texto juan antonio molina cuesta
curaduría sophia durand
Con esta muestra sobre el jaujino Bullón, que ofrecía a sus clientes “fotografías indelebles”, Cunliffe nos revela una doble intervención: las fotografías deterioradas por el tiempo, cuyas manchas de hongos ella mantiene en memoria a la valoración que Duchamp daba al azar y lo espontáneo, y su instalación titulada “El muro de los fantasmas”, una pared de adobe con una ventana construida (por Sonia Cunliffe) con las placas de vidrio rotas del archivo rescatado, a fin de ilustrar una anécdota deliciosa. Según la tradición jaujina, en una pared similar (que ya no existe, pero que existió en otros tiempos) se habrían utilizado así varios de esos espectrales negativos en placas de vidrio “que no servían para nada”, por considerarse las placas una técnica obsoleta. Con gran sensibilidad y sentido estético, Cunliffe nos asombra y deleita una vez más. FERNANDO AMPUERO Fragmento de texto curatorial Jauja, Sonia y El muro de los fantasmas